Llamamos estabilizadores del ánimo a los fármacos encargados de mantener la estabilidad del estado de ánimo. Los pacientes bipolares necesitan tomar este tipo de fármacos durante toda la vida, y su finalidad no es únicamente evitar que se produzcan nuevos episodios, sino también reducir la gravedad y duración de una hipotética nueva recaída.
Entre los estabilizadores del ánimo, el fármaco más indicado para el tratamiento de un trastorno bipolar, sin ningún otro tipo de complicación, es sin duda alguna el litio. El litio tiene un alto poder profiláctico o preventivo, sobre todo de los episodios de manía, y también ayuda a reducir la inestabilidad anímica que afecta a muchos pacientes entre episodios. Al mismo tiempo, debemos destacar su utilidad en la prevención del suicidio. Sin embargo, la suspensión brusca de este fármaco puede precipitar una recaída, por lo que dicha suspensión debe hacerse de manera gradual.
Los efectos secundarios más frecuentes del litio son el temblor, la diarrea y aumento del deseo de orinar, sed y retención de líquidos. Sin embargo, estos efectos se pueden tratar con una leve disminución de la dosis y tienden a ceder con el paso del tiempo.
El resto de los fármacos usados como estabilizadores del ánimo son anticonvulsivantes, es decir, fármacos usados para el tratamiento de la epilepsia, lo que no significa que el trastorno bipolar sea una forma de epilepsia. Entre los estabilizadores del ánimo anticonvulsivantes usados destacan el valproato, la carbamazepina, la oxcarbazepina y la lamotrigina.
El valproato es un medicamento eficaz en el mantenimiento de la eutimia, y tiene un gran poder antimaníaco. También puede ser eficaz para el tratamiento de los ciclos rápidos y las fases mixtas. Entre sus efectos secundarios destacan el aumento de peso y la caída del cabello.
Otro estabilizador del ánimo es la carbamazepina, que ha sido eficaz en la prevención de recaídas en el trastorno bipolar, incluso en los casos de pacientes cicladores rápidos. También es un buen fármaco para tratar la impulsividad. La carbamazepina puede provocar visión doble (diplopía) y fatiga. Si bien es cierto, que la carbamazepina es un fármaco muy eficaz, tiene interacciones con otros fármacos. Una interacción que siempre hay que tener en cuenta es la que se produce en pacientes que están tomando anticonceptivos orales, porque la carbamazepina resta eficacia a estos fármacos y por lo tanto la protección contra el embarazo ya no es completa.
La lamotrigina es el fármaco más eficaz en la prevención de episodios depresivos, pero menos eficaz en la de episodios maníacos o mixtos. El efecto secundario más común de la lamotrigina es la aparición de una reacción alérgica en la piel (manchas rojas que pican, conocidas como exantema o rash cutáneo) que se evita aumentando la dosis del fármaco lentamente hasta llegar a la deseada. Si las manchas son generalizadas y comprometen las mucosas como los labios y el interior de la boca, se debe consultar de inmediato al psiquiatra por si pudiera tratarse de una complicación más seria.
Algunos antipsicóticos atípicos como la quetiapina, la olanzapina o el aripiprazol, pueden ser muy útiles como fármacos para el tratamiento de la fase de mantenimiento, sobre todo para prevenir la manía, y tienen la ventaja de qué en caso de iniciarse una fase de hipomaníaca, maníaca o mixta, no será necesario cambiar el medicamento y bastará con aumentar la dosis del antipsicótico.
Tarea
¿Has tomado o estás tomando algún antimaníaco (haloperidol, risperidona, olanzapina, quetiapina, aripiprazol, ziprasidona, asenapina )? ¿Te causan algún efecto secundario?
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