1- Si tu propia lista de pródromos te indica el inicio de una posible recaída, o si tu referente te plantea esa posibilidad, el primer paso es localizar a tu psiquiatra o psicólogo, aunque sólo sea por teléfono, para que valore la recaída o, por el contrario, indique que sólo se trata de una fluctuación no patológica.
2- Aumentar el número de sueño hasta un mínimo de 10 horas, aunque sea con la ayuda de los fármacos que el psiquiatra ha pautado para el plan de emergencia. Por ejemplo, el uso de 10 mg de Olanzapina en la noche durante tres o más semanas es una alternativa utilizada por muchos psiquiatras. A menudo, dormir mucho durante 3 o 4 días es suficiente para abortar el inicio de una descompensación si ésta se detecta a tiempo.
3- Limitar el número de actividades y suprimir todas las que no sean imprescindibles. Recuerda que lo único importante es tu salud y evitar las recaídas, y esto pasa por encima de cualquier compromiso laboral social.
4- Dedicar un máximo de seis horas a estar activo. El resto del día debe dedicarse al descanso o a actividades relajantes o no estimulantes, es decir, debes comportarte como si tuvieras gripe: mucha cama, algo de tele, pocas salidas y mucha tranquilidad y silencio.
5- Reducir los estímulos: evitar la exposición a ambientes estimulantes (un centro comercial, una manifestación, o una discoteca) y rodearse de un ambiente relajante (silencioso, con poca luz y poca gente).
6- De ninguna manera, debes intentar vencer la hiperactividad y aumento de energía por agotamiento, es decir, nunca debes realizar mucho ejercicio físico con la intención de cansarte. Esto sería como intentar apagar un incendio con bencina: cuanta más actividad hagas, más estimulado te sentirás, y más se agravará el episodio. Por la tanto, durante un período de hipomanía hay que limitar el ejercicio al mínimo.
7- Evitar el consumo de bebidas excitantes, como café, refrescos de cola y las llamadas bebidas energéticas (que contienen cafeína, taurina, ginseng). Evitar los complejos vitamínicos, porque a menudo contienen alguna de estas sustancias. Obviamente, el consumo de alcohol, mariguana, cocaína y otras drogas está contraindicado.
8- Limitar el gasto económico. No tener acceso a tarjetas de crédito (puede guardarla una persona de confianza hasta que la amenaza del episodio de hipomanía desaparezca), y aplazar cualquier compra un mínimo de una semana.
9- Nunca debes tomar decisiones importantes si tienes la sospecha de estar empezando a sufrir una hipomanía. Hasta que el psiquiatra o el psicólogo descarten la existencia de un episodio, conviene aplazar cualquier toma de decisiones.
10- Recuerda que nunca debes darte permiso para subir un poco más. Mientras más subas, más dura será la caída hacia la fase depresiva.
Modificado del Manual de Psicoeducación de Colom y Vieta
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